La historia del videojuego está plagada de grandes hitos que han marcado su evolución a lo largo de estas últimas décadas, y no hay dudas de que Minecraft va a ocupar un puesto de honor en este Olimpo de los juegos más influyentes y destacados. ¿Las razones? Son varias, aunque principalmente destacaríamos su dilatado proceso de desarrollo, abierto al público en todo momento para que fueran los usuarios los que marcaran el rumbo que debía seguir el proyecto y, sobre todo, el enorme grado de libertad que brinda a los jugadores para que sean estos los que decidan cómo jugar y qué objetivos marcarse durante cada partida. Un aspecto que unido al gran peso que ha adquirido la comunidad modder en torno a esta obra de Mojang, han convertido a Minecraft en uno de esos juegos que parecen no tener ni límites ni fin.
Pero la madrugada del pasado 18 de noviembre Minecraft pasó de ser un proyecto en fase de pruebas beta a convertirse, literalmente, en un juego completo. Un salto que para los que han seguido esta obra día a día durante estos últimos meses no ha sido excesivamente grande, aunque sí lo suficientemente interesante como para marcar un nuevo punto de partida con un futuro muy prometedor.
Si quieres sobrevivir, sé creativo
Explora, aprende, crea, comparte… y también sobrevive. Como ya os adelantamos hace unos meses en la primera toma de contacto que tuvimos con Minecraft, este se trata de un título con dos facetas jugablesclaramente diferenciadas. Por un lado, su vertiente creativa que nos va a permitir convertirnos en grandes arquitectos prácticamente sin limitaciones como han demostrado cientos de usuarios a través de la red, dando forma a estructuras descomunales y tremendamente impresionantes como las Minas de Moria de El Señor de los Anillos, por poner uno de los miles de ejemplo que se encuentran hoy en día en Internet. Pero a esta debemos sumar la que para muchos es su faceta más divertida, la supervivencia.
Solos, en un vasto territorio plagado de mil y un peligros distintos, sin nada con lo que defenderse y con el tiempo en nuestra contra, ya que al caer la noche, decenas de monstruos saldrán a la superficie para devorarnos. ¿Qué hacer? Simple y llanamente, lo que nos dé la gana. Así de rápido se puede definir el tipo de juego que plantea Minecraft y así de sencillo resulta comprender el porqué de su enorme éxito. Y es que en esta obra de Mojang lo importante no es llegar a un final prefijado para contemplar los títulos de crédito, sino crear nosotros mismos nuestra propia aventura siguiendo los pasos que creamos convenientes. Y para ello, contamos con un sistema de elaboración de objetos tan fácil de usar como vasto en las opciones que brinda.
El amanecer marca el fin del peligro en la superficie, y ahora también el inicio de una nueva etapa dentro del universo Minecraft.
En este sentido, con la versión final en nuestras manos hemos comprobado cómo sigue en pie la política de no darle nada mascadito al jugador, que tendrá que descubrir por sí mismo los recursos necesarios y la forma de distribuirlos sobre el tapiz para crear las herramientas y objetos que usará posteriormente en la aventura. Un aspecto que puede no ser del agrado de todo el mundo, pero que en nuestra opinión casa perfectamente con el sentido de supervivencia que el juego muestra desde el primer minuto. ¿Necesitas ayuda? Pues recurre a la activa comunidad de usuarios que siempre tiene respuestas para todo o experimenta por ti mismo. Eso sí, no habría estado de más añadir aunque fuera un breve tutorial para al menos plantear los conceptos básicos del juego.
Sobre todo, porque esta dureza y falta de indicadores resulta algo frustrante en determinados puntos. No en vano, por ejemplo, ahora contamos con un sistema de progresión de niveles que iremos aumentando conforme venzamos a los enemigos o realicemos diversas tareas, pero en ningún momento se nos explicará qué función desempeña en el juego. Más adelante, por supuesto, descubriremos que estos puntos serán canjeables por los diversos encantamientos que podemos aplicar sobre los objetos; pero igualmente en este aspecto, el juego resulta demasiado parco en detalles porque la descripción de estos aparece inscrita en un idioma ilegible para la gran mayoría.
La sencillez de la interfaz de usuario contrasta con la gran cantidad de opciones que pone sobre la mesa. ¿Quieres una espada de hierro? Ahí tienes la fórmula.
La elaboración de pociones también se ha convertido en uno de los elementos más complejos en el juego, con un montón de ingredientes que buscar y muchísimas recetas con efectos muy particulares. Eso sí, creemos que este apartado todavía puede dar mucho más de sí a nivel jugable, aunque la base resulta muy prometedora. Lo que no hay dudas, visto lo visto, es que Minecraft ha pasado de ser un simple juego de construcciones con grandes opciones de personalización a convertirse en un auténtico mundo vivo; un lugar en el que ya no solo basta con fabricarse herramientas de trabajo y descender a las profundidades de la tierra a picar piedra. Nuestro cabezudo héroe necesita alimentarse, y para ello tiene que cazar, pescar o cultivar verduras y hortalizas que después se cocinarán. Para facilitar las cosas, podemos establecer sencillos ranchos en los que cuidar animales de todo tipo que pueden incluso criar, o crear huertos cerca de zonas acuosas apoyándonos en el uso de fertilizantes, para obtener una fuente de alimentos renovable.
Aspecto que se ha visto potenciado todavía más con la aparición de las Biomas, que son los diversos ecosistemas dentro de este mundo que, aparte de dotar al juego de una mayor variedad visual, también han supuesto la inclusión de nuevos tipos de fauna y flora dependiendo de la región por la que nos movamos. Así, por ejemplo, usar un muñeco de nieve para defender nuestra guarida en un entorno desértico tendrá como consecuencia que éste se derrita, mientras que pasear por los bosques montañosos supondrá enfrentarse a infinidad de lobos. Por supuesto, en este punto todavía hay mucho espacio para mejorar con una mayor cantidad de elementos diferenciadores, aunque no hay dudas que es un muy prometedor punto de partida para lo que supondrá el futuro de Minecraft.
¿Quieres un desafío? Acaba con el Enderdragon
Hasta la fecha, Minecraft no había ofrecido ningún objetivo claro más allá del de sobrevivir al día a día creando cada vez mecanismos más complejos, pero ahora, tras el estreno de su versión definitiva, nos hemos encontrado con el primer gran desafío serio del título: acabar con el temible Enderdragon en su dimensión The End. Un lugar al que deberemos llegar construyendo un portal mágico usando algunos de los recursos más raros del juego, lo que ya denota la enorme dificulta que supone alcanzar este punto a los aventureros que empiezan a dar sus primeros pasos en Minecraft. Pero no contentos con esto, los chicos de Mojang nos plantean una durísima batalla contra este jefazo final en la que deberemos derribar una serie de torres para evitar que restablezca su salud, y así asestarle el golpe de gracia con el mejor equipo de batalla que hayamos podido fabricar.
Aparte de esta gran batalla, la versión definitiva del juego trae consigo una mayor variedad de enemigos que se han ido incluyendo en estos últimos meses, con especial mención para los terribles Ederman, a los que no podemos quitar un ojo de encima si no queremos que nos maten; o los ya clásicos Creepers, que estallarán repentinamente junto a nosotros sin que podamos hacer mucho más que pegarnos un susto y maldecirlos. Sobre todo si disfrutamos del novedoso modo de dificultad Hardcore, en el que morir significará poner fin a la partida, independientemente de las horas que le hayamos echado y las construcciones maravillosas que hayamos creado.
Los cambios climatológicos en tiempo real consiguen dotar de una mayor vistosidad al juego, que cada vez apuesta más por este tipo de detalles.
Por otro lado, Minecraft también ha incluido aldeas y personajes secundarios controlados por la inteligencia artificial del juego, aunque de momento su única función es la de hacer bulto. Tanto es así que podemos pasarnos un buen rato pegándoles sin que estos reaccionen de ninguna manera. Eso sí, desde Mojang aseguran que trabajarán en este aspecto, junto a otros elementos como las distintas fases de la luna, que prometen tener un significado en las próximas semanas. Y si no, siempre estará ahí la comunidad modder para continuar sorprendiéndonos con sus nuevos paquetes de texturas, con efectos gráficos sorprendentes, e incluso con nuevas rutinas jugables incluyendo opciones como un sistema económico dentro del mundo de Minecraft –algo que reclaman ciertos grupos de usuarios-.
Y es que está claro que gran parte del éxito y encanto de Minecraft radica en esta comunidad, que desde el principio ha sorprendido con ingeniosos añadidos que se han complementado a la perfección con el trabajo realizado por el equipo liderado por el ya ilustre Markus Persson, más conocido como Notch. Y es por eso que en la redacción de 3DJuegos queremos repartir el mérito entre el equipo desarrollador, que ha creado una maravillosa base, y la comunidad de usuarios, que no solo se ha limitado a dar rienda suelta a su imaginación creando, que es lo que se esperaba de ellos; sino también elaborando completas guías de usuario, ideando un sinfín de trucos e ingenios mecánicos para facilitar las cosas durante la partida, o incluso se han propuesto simplemente mejorar con total libertad los aspectos que consideraban menos destacables (tanto jugables como gráficamente hablando). Y son todos estos detalles los que han convertido a Minecraft en un hito dentro de la industria del videojuego.
Gráficamente el juego no ha variado prácticamente nada, aunque sí hemos notado una mejora en la estabilidad del motor gráfico.
Lógicamente, todavía quedan muchos aspectos por pulir, ya que hay zonas que han aparecido en estas últimas actualizaciones como The End, Nether, o el Biomas de las setas que no están del todo aprovechadas y necesitan más contenidos; pero estos elementos quedan en nada si tenemos en cuenta todo el potencial presente del juego y su prometedor futuro. En este sentido, entendemos que muchos esperaban una cierta actualización gráfica para el título, pero es algo que parece estar completamente descartado por sus creadores. Sí es cierto que se han mejorado algunas texturas, determinados objetos han modificado algo su apariencia, y el motor gráfico resulta más estable y menos exigente que antes, pero aun así salta a la vista que estamos ante un título completamente desfasado a nivel gráfico.
Es innegable que la estética del juego es fantástica y terminas cogiéndole cariño al mundo que te rodea, pero creemos que al menos se podrían haber aplicado determinadas mejoras que equiparen Minecraft a los resultados vistos en algunos paquetes de texturas creados por los usuarios. Y lo mismo se puede decir del sonido. Gruñidos, pasos, nuestro pico golpeando piedras y poco más. Esto es lo que ofrece el título, con un par de piezas musicales que únicamente actúan como aviso para indicar la franja horaria en la que nos encontramos, y que no salvan el resultado final. Principalmente porque si se quería reservar la música para esta función de aviso, al menos podrían haberse incluido sonidos ambientales para que los paseos por la superficie o bajo tierra no fueran tan pobres sonoramente hablando.
Por último, la vertiente multijugador de Minecraft resulta fantástica por permitir a los usuarios construir en equipo con total libertad, afrontar aventuras en grupo e incluso enfrentarse contra otros jugadores en emocionantes batallas entre clanes. ¿El inconveniente? Que resulta obligatorio agregar los servidores de manera manual, lo que consideramos totalmente innecesario ya que podría haberse creado un sistema más sencillo y amigable de cara a los nuevos usuarios.
Por cochambrosos que sean, defenderemos con uñas y dientes nuestros refugios. ¡Ah! Ahora resulta más fácil sacar capturas con estos planos gracias al nuevo sistema de cámaras.
Brillante y con un futuro alentador
Lo hemos destacado a lo largo de este análisis y no nos cansaremos de repetirlo nunca. Minecraft es un juego único en muchos sentidos, y por tanto puede que determinados jugadores no le vean la gracia ni queden prendados de él. Sin embargo, y pese a que gráfica y sonoramente estamos ante un título bastante discreto, el trabajo y las enormes posibilidades jugables que esconde en su interior lo convierten en un diamante en bruto al que le ha faltado brillar más en lo estético para resultar todavía más redondo. Pero aun así, nadie debería perder la oportunidad de probarlo y ni mucho menos, menospreciarlo por su apariencia.
Una vez publicada su versión final, el equipo liderado por Markus Persson ha dado un gran paso hacia el frente tras dos años de duro trabajo en estrecha colaboración con los aficionados. ¿Qué nos deparará el futuro? De momento sabemos que desde Mojang seguirán publicando actualizaciones de contenidos de forma periódica, pero hacia dónde tirará el juego es una de las incógnitas que nos acompañará durante las próximas semanas.
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