Parecía que el momento no llegaría nunca, sin embargo Modern Warfare 2, la esperada nueva entrega de las series Call of Duty, ya está entre nosotros y ha llegado con sus cargadores llenos y sus armas sin seguro, tras meses de crear expectación con sus diferentes demos y presentaciones en ferias.
Con el videojuego ya entre nosotros, ¿qué sensaciones produce éste en el aficionado? Una vez fulminado el factor sorpresa del salto a la guerra moderna que deparaba el Modern Warfare original, a la segunda parte del spin-off sólo le quedaba la opción de mejorar todavía más el videojuego original para mantener las cotas de calidad, y a fe nuestra que lo han conseguido. Una campaña tan intensa o más que la del original, y un multijugador todavía más detallado y repleto de opciones son sus principales credenciales.
El estilo cinematográfico de Infinity Ward vuelve a casar a la perfección con una recreación de la guerra moderna tan arcade como es habitual en las series. La campaña viene cargada de momentos impactantes, y algunos de ellos quedarán grabados indeleblemente en la retina del espectador por su capacidad para evocar la espectacularidad que tratan de rescatar de las miserias de la guerra que retratan con igual maestría. El multijugador, por su parte, continúa asentándose sobre las bases de lo visto en el primer Modern Warfare, y lo mejora con un mayor número de mapas, soporte para más jugadores simultáneos y una cantidad de armas, Perks y posibilidades de personalización literalmente obscena.
¿Polémica? La ha habido por diferentes razones. En primer lugar por alguna escena que va más allá de lo habitual en los videojuegos, pero en segundo –y mucho más importante- por una serie de decisiones tomadas sobre la versión de PC que han calado fatal entre los aficionados. ¿Recorte en el número de jugadores para el on-line? ¿Ausencia de servidores dedicados? ¿Problemas de activación? Todos estos son elementos que acaban lastrando la nota del videojuego en tecnología, innovación y que acaban pesando incluso sobre la jugabilidad. Y todo ello pese a que el título sigue atesorando la inmensa calidad que la coletilla Call of Duty siempre garantiza.
Bienvenido al 141
Modern Warfare 2 es, como sus creadores ya adelantaron, una continuación directa de lo que Call of Duty propuso. Con esa entrega no sólo asistíamos al cambio de ambientación de las series para saltar de la Segunda Guerra Mundial a los conflictos modernos, sino que al mismo tiempo se optaba por introducir una trama mucho más trabajada, con unos protagonistas claros y unos villanos con voz, rostro y objetivos claramente definidos desde el comienzo.
La secuela recoge el testigo donde el primer Modern Warfare lo dejó, y si bien no hace falta haber terminado el original para seguir su argumento, puesto que es lo suficientemente independiente, lo cierto es que viene muy bien haberlo hecho para conocer a algunos de los personajes que repiten, sus motivaciones y el contexto que éstos traen consigo. El videojuego, por si fuera poco, tiene la deferencia de incluir un prólogo con los acontecimientos de la primera parte narrados en un rápido flashback acompañando a la secuencia de títulos de crédito.
Así pues en Modern Warfare 2 se nos cuenta cómo han cambiado las tornas políticas desde lo que vimos en el pasado, con especial énfasis en una Rusia para la que en sólo cinco años las figuras ultranacionalistas como el propio Zakhaev se han convertido en imposibles héroes populares. El carácter fuertemente narrativo del videojuego explica bien a las claras el celo de Infinity Ward a la hora de proteger férreamente la integridad del guión, puesto que apenas se han liberado detalles sobre éste a prensa o aficionados. En aras de ofrecer una experiencia libre de spoilers seguiremos nuestra política habitual de profundizar en su premisa argumental lo menos posible.
Por lo demás la estructura narrativa vuelve a ser la misma que llevamos viendo desde hace varias entregas en las series. Alternamos el protagonismo de un puñado de personajes que ven un mismo conflicto desde diferentes ángulos pero idéntico bando. Desde el soldado que recorre las calles de Virginia hasta Joseph Allen –camuflado de Alexei Borodin- el espía infiltrado en el bando terrorista ruso, viviremos intensas escenas de acción en diferentes puntos del mundo –Brasil, Afganistán, Rusia, una plataforma petrolífera en mitad del océano, un castillo ocupado por tropas enemigas, etcétera- todo ello dentro de un planteamiento más frenético y variado que nunca.
En última instancia debemos recordar que la polémica ha rodeado ya a Modern Warfare 2 antes de su lanzamiento por una escena que se ha filtrado a través de Internet ambientada en el Aeropuerto Internacional Zakhaev (sic). Los detalles del nivel no los ofreceremos para conservar la experiencia, aunque sí comentaremos que se trata de una de las vivencias más impactantes y desagradables que hemos vivido con un mando en las manos. El videojuego, consciente de la controversia que puede generar, pregunta al aficionado al comienzo del videojuego si desea verla o no, advirtiéndole de su carácter durísimo y que puede herir su sensibilidad. No está en nuestro trabajo el juzgar moralmente si esta parte debería estar o no incluida en la campaña individual, de modo que sólo diremos que con ella el videojuego justifica sobradamente su calificación +18.
Cliffhanger –Máximo Riesgo-
Nada más comenzar a jugar la campaña individual de Modern Warfare 2 nos daremos cuenta de que algunas cosas nunca cambian, y en este sentido la versión de PC ofrece idénticas virtudes a lo que también se puede ver en PlayStation 3 y Xbox 360. En compatibles el estilo de control ágil y preciso del título continúa siendo seña de identidad, y lo sigue siendo tanto si nos decidimos a utilizar pad como si empleamos el siempre eficiente combo de ratón y teclado. Por si fuera poco ya desde la primera misión en las calles de Afganistán nos damos cuenta de que la intensidad y el ritmo sin tregua van a ser las principales características del videojuego en su modo singleplayer.
Los niveles de dificultad vuelven a ser los cuatro habituales: Recluta, Normal, Curtido y Veterano. Y ayudan a empujar al usuario a superar la campaña, como mínimo dos veces. En primera instancia el aficionado puede que desee optar por los niveles Normal o Curtido –Recluta si es muy poco experimentado-, y disfrutar del videojuego sin agobios, con un reto medio y un enemigo moderadamente preciso. Podríamos considerarla la vertiente más arcade de Call of Duty.
En el momento en que hayamos superado el videojuego con uno de los tres primeros niveles de dificultad probablemente deseemos un reto mucho mayor, y ahí es donde entrará Veterano. Los hardcores de la saga puede que deseen empezar directamente por él, y es que es ahí donde Call of Duty: Modern Warfare 2 se despega algo más del tono arcade y alocado para optar por un estilo algo más serio, que nos obligará a hacer uso de coberturas siempre, a tomar muchas precauciones y a emplear al 100% granadas de humo y de fragmentación. En Veterano cada cargador debe ser exprimido al máximo puesto que no abundan, y si bien no llega a ser una simulación en ningún momento -ya que tampoco pretende serlo-, es por dificultad, precisión de los enemigos y escasa resistencia de nuestro personaje la opción más seria y exigente a la hora de hacer frente a la campaña individual.
Por otra parte también debemos comentar que los civiles debutan en Modern Warfare 2, y visto el extraordinario resultado que ofrecen cuesta creer que hayamos tardado cinco videojuegos de las series en verlos en acción. Su presencia no se produce en todos los capítulos, ni mucho menos, pero cuando aparecen es para enriquecer el aspecto de las calles por las que aparecen generalmente huyendo, y para dotar de intensidad, veracidad y realismo a nuestras acciones de combate.
El resultado es que en los niveles en los que hacen acto de presencia no podremos disparar a lo loco, sino que deberemos apuntar con mucha precisión para evitar impactarles con nuestras balas o granadas, puesto que una baja civil supondrá el fin de la partida. La importancia, como decimos, es moderada a primera vista, pero ayuda a sumar enteros al computo global de la inmersión.
Hay también abundantes elementos con los que salpicar de variedad a la experiencia individual como el manejo manual de la trayectoria de misiles, el contar con armas de puntero laser con las que señalizar objetivos o la compañía de algunos vehículos blindados con los que poder interactuar marcando la dirección en la que deben abrir fuego.
Sin embargo el sello de Call of Duty siempre ha sido su genial capacidad para crear momentos inolvidables, y en eso Modern Warfare 2 vuelve a ser un triunfo absoluto. Desde los tiroteos a la carrera por entre las favelas brasileñas, hasta la defensa del edificio de la hamburguesería en Virginia divertidamente tocado con banderas de la cadena de comida rápida en una irreverente parodia del habitual patriotismo norteamericano, lo cierto es que el lanzamiento nos regala infinidad de escenas sensacionales y épicas. Mención especial incluso para los homenajes a otros videojuegos, con un pequeño sector a lo Mirror’s Edge en el que deberemos correr y saltar a la carrera esquivando balas del enemigo por los tejados de las chabolas cariocas.
¿El único punto débil de la campaña? Su brevísima duración. Establecer un número de horas orientativo para que el usuario sepa cuánto puede costarle superarla aproximadamente siempre es complicado, puesto que no todos los jugadores tienen la misma habilidad. Sin embargo si tenemos que dar una cifra aproximada podríamos establecerla entre las 4-6 horas para los usuarios medios en dificultad Normal, y para algo más del doble para los experimentados en Veterano. Unas cifras que pueden sonar a escasas desde la distancia, pero que contribuyen a que la intensidad y el ritmo no decaigan en ningún momento.
Caballo Ganador –Multijugador-
La campaña individual no es particularmente larga, de acuerdo, sin embargo hay dos elementos fundamentales a la hora de prolongar la vida útil de Modern Warfare 2, aunque son precisamente en los que más sufre la versión para compatibles en su comparación con la de consolas: El primero es el multijugador, y el segundo es el modo debutante: Special Ops.
La posibilidad de disfrutar de un multijugador competitivo ha sido siempre un elemento clave de Call of Duty desde sus ya lejanos inicios en PC, sin embargo ha sido a partir de la cuarta entrega cuando hemos visto la calidad de su estilo arcade maximizada hasta extremos realmente brillantes en el universo on-line, convirtiéndose por méritos propios en una de las mejores experiencias a través de internet que nos deparó el 2007.
Con Modern Warfare 2 tenemos un sensacional más de lo mismo, pero aderezado con un pulido de las características y un aumento de los números. La cantidad de mapas, por ejemplo, aumenta sensiblemente para alcanzar en este título la muy respetable cifra de 16. Todos ellos son de tamaños muy variables, algunos de ellos mucho más grandes que los de Call of Duty para dar soporte a los 18 jugadores que debutan en esta ocasión, sin embargo todos destacan por su profundidad, por lo detallado y cuidado de su mapeado y por la presencia de abundantes escondrijos, tácticas y recodos en unos mapas que nos costará algún tiempo conocer al dedillo.
¿Destacar alguno sobre el resto? Probablemente Terminal, un aeropuerto de tamaño gigantesco y de diseño y trazado cuidadísimo. Las salas de espera, comercios Duty-Free y cafeterías están a sólo unos metros de las pistas que podemos visitar y que están salpicadas por un par de aviones dentro de los que incluso podemos entrar para introducirnos en espectaculares tiroteos de rango cercano, donde las escopetas de corto alcance y enorme dispersión serán las auténticas reinas. Lust, por el contrario, es un ejemplo de lo radicalmente opuesto: Un mapa diminuto, cubierto por una intempestiva tormenta de arena donde la verticalidad tiene una importancia que nunca estuvo tan acusada en el primer Modern Warfare.
Los problemas sin embargo vienen de la mano del número de usuarios simultáneos para los que da soporte el videojuego, y que seguramente habrán chirriado en la lectura al usuario habitual de las series en PC puesto que un par de párrafos más arriba los hemos cifrado en 18. En efecto la cifra ha caído radicalmente en compatibles y es que, sólo por poner un ejemplo, en el Call of Duty original se podían ver hasta 32 jugadores, y en el primer Modern Warfare se repetía idéntica cifra.
La ausencia de servidores dedicados también ha sido un golpe duro para el aficionado a las series en compatibles. No sólo porque este elemento dotaba de una calidad a la conexión de las partidas fantástica y un buen nivel de personalización sobre quien entra en nuestras partidas, sino porque el nuevo sistema implementado por Infinity Ward a la hora de establecer los matchmakings ha provocado cierta preocupación al no funcionar con la presteza y precisión con la que debería.
Estos datos junto a un molesto aunque ocasional lag acaban pesando no sólo en la nota de tecnología, por razones obvias, sino también en la de innovación puesto que en este sentido el videojuego no sólo no avanza con respecto a episodios anteriores sino que en esta entrega incluso ha retrocedido un paso.
Por otra parte la personalización de nuestro personaje o clase vuelve a ser uno de los principales titulares que nos deja el videojuego en su segunda parte, y es que la cantidad de opciones a pormenorizar vuelve a ser sensacional. Como es habitual según vayamos progresando con muertes y objetivos cumplidos en el multijugador iremos obteniendo experiencia con la que subir de nivel, y con el ascenso rango a rango iremos desbloqueando nuevas armas y Perks que podremos emplear.
Nuevamente tener una clase personalizada enteramente a nuestro gusto con el Arma Principal, la Secundaria, las Granadas Especiales –Cegadoras, Aturdidoras, de Humo-, el equipamiento –Granadas de Fragmentación, cuchillos para lanzar, escudos de protección, Semtex (explosivo plástico adhesivo)- y también las compensaciones por rachas de muertes que estemos sufriendo –como un aumento de salud por morir tres veces sin causar ni una baja, o el robo de clase del enemigo que nos ha abatido si lo hemos sufrido cuatro veces-.
En otro orden de cosas hay que señalar también que han aumentado las opciones de personalización estéticas para nuestra clase personalizada y también para el icono en pantalla de nuestro propio personaje con su nombre en clave; y de nuevo los tres Perks que podemos elegir para mejorar nuestro rendimiento on-line volverán a centrar mucho nuestra atención con algunas novedades muy interesantes. Sin embargo queremos llevar a cabo una pequeña reseña para con las rachas de bajas que causemos, con incentivos sensacionales. No queremos destriparlos puesto que entendemos que la sorpresa del usuario también será fundamental en este campo, pero desde las primeras rachas con los mapas tácticos liberados o los misiles teledirigidos, hasta las más sofisticadas del final hay un sofisticado proceso de desbloqueo que nos hará percibir una vez más un nuevo sentido del avance. Algunos de los premios tienen que ser lanzados en el punto del escenario que escojamos para ser recogidos por nosotros mismos y luego activarlos cuando lo deseemos, de modo que, si nos “dormimos”, puede incluso que nos los roben los oponentes haciendo uso de ellos contra nosotros.
Por lo que respecta a los modos de juego la línea es muy continuista con respecto a lo visto en el primer Modern Warfare, con un acertado cóctel que mezcla modalidades ya vistas con otras que debutan. Combate a Muerte y Combate a Muerte por Equipos son las más básicas, pero también encontramos otras seis: Buscar y Destruir, Sabotaje, Dominio, Cuartel General, Tomar la Bandera y Demolición. Todos ellos, como puede comprobarse, de nombres tremendamente descriptivos.
No queremos cerrar el apartado multijugador sin hacer hincapié en la importancia brutal que recibe en esta ocasión el hecho de que las balas puedan atravesar las paredes. En Modern Warfare ya lo vimos a la hora de superar con nuestra munición muchos tabiques y elementos del escenario, sin embargo en esta ocasión el número de obstáculos y objetos a través de los que podemos abrir fuego se ha incrementado de forma notable, lo que se traduce en unos mapas donde es todavía más complicado sentirse a salvo.
Fuerza de Choque –Special Ops-
El segundo elemento a parte de la campaña individual, es el anteriormente mencionado Special Ops, que se convierte por méritos propios en una de las grandes incorporaciones de Modern Warfare 2, y así lo atestiguamos en 3DJuegos dedicando un avance únicamente a desvelar el corte de este aditivo. Con esta modalidad damos con un puñado de misiones breves divididas en diferentes grupos bajo los nombres en clave de Alpha, Bravo, Charlie, Delta y Echo. Cada una de estas cinco ramas se dividen a su vez en diferentes capítulos de corta duración en la que, como si de un videojuego de carreras se tratara, se nos pide que maximicemos nuestros tiempos, números de muertes y efectividad con ánimo de obtener la mejor puntuación posible.
Cada una de estas misiones está ambientada en un lugar distinto –Favelas, base de submarinos rusa, puente de San Francisco, etcétera-, y al finalizarlas se nos otorgará un número determinado de estrellas con las que poder seguir avanzando y desbloqueando el resto de los paquetes de objetivos. Al comienzo sólo contaremos con Alpha disponible, y para liberar Bravo, Charlie, Delta y Echo deberemos obtener cuatro, ocho, veinte y cuarenta estrellas respectivamente. Por cada misión superada podemos obtener un máximo de tres estrellas, y éstas se nos brindarán en función del nivel de dificultad escogido para superarla.
La variedad es muy amplia en Special Ops, y desde infiltrarse en instalaciones sin despertar la alerta del enemigo hasta armar un bastión con minas claymore y misiles teledirigidos resistiendo oleadas de enemigos en una posición ventajosa al más puro estilo horda de Gears of War 2, lo cierto es que esta modalidad es un añadido fantástico. Está principalmente orientado al cooperativo con otro jugador, de modo que podemos disfrutarlo junto a un amigo a través de Internet.
Lamentablemente otra de las ausencias en Modern Warfare 2 para PC es la total desaparición de la posibilidad de superar estos modos a pantalla dividida junto a un amigo como sí se puede hacer en consola. También puede ser superado en solitario, aunque dada su alta dificultad es especialmente recomendable hacerlo acompañado.
El de la ausencia del Split Screen es un punto negativo que puede que no moleste demasiado a muchos usuarios puesto que, de hecho, no suele ser habitual ver este tipo de característica en compatibles pero que en la redacción sí ha sido una “baja” molesta. Especialmente visto lo divertido que es superar los capítulos de Special Ops mano a mano con un amigo en la misma habitación.
Combate Moderno –Gráficos y Tecnología-
Gráficamente Modern Warfare 2 vuelve a demostrar por qué Infinity Ward es uno de los estudios de referencia del género de la acción. Puede que las texturas de sus videojuegos no sean las mejores, y puede que tampoco tengan un acabado impoluto con las sombras o el alisado de dientes de sierra: Sin embargo las estampas que generan sus títulos son siempre insuperables, con unos retratos de la guerra –ya sea histórica o moderna- responsables de una ambientación portentosa.
La mejora con respecto a Call of Duty 4 también en PC es más que obvia, lamentablemente no lo suficiente para que mantenga su 10 en gráficos puesto que, no lo olvidemos, han pasado ya dos años desde su lanzamiento; pero sí se perciben rápidamente importantes avances en los modelados faciales, en las animaciones y en el acabado de los efectos visuales.
Los enemigos tienen la virtud de no pecar de reiterativos o reciclados, y esto lo consiguen con un buen puñado de modelados francamente trabajados y variados. Lo mismo se puede decir de nuestros aliados, todavía más detallados, y con expresiones faciales muy cuidadas y pulidas. Algunos de ellos nos sorprenderán con animaciones de extraordinaria calidad como, por ejemplo, nuestro compañero de la misión de la escalada en la montaña nevada, dotado de unos movimientos de una naturalidad asombrosa.
De hecho el pasado la saga daba una cierta sensación de robotización a la hora de reproducir algunas animaciones de muertes de los enemigos, en esta ocasión, sin embargo la gama de movimientos de éstos al ser abatidos es lo suficientemente amplia como para dar a menudo la falsa sensación de generarse dinámicamente. Un “trucaje” de mucho mérito.
Los escenarios, por su parte, brillan tanto en la faceta de su acabado como en lo que se refiere a su diseño y calidad de mapeado. De hecho los de Modern Warfare 2 son los más abiertos de cuantos Call of Duty hemos visto hasta la fecha, con algunas localizaciones como el barrio residencial de Virginia o el parking comercial repletos de edificios en los que entrar y parapetarse con total libertad. En absoluto es ningún capítulo un Sandbox, está muy lejos de las intenciones de Infinity Ward, pero el hecho de que ahora los niveles cuenten con más posibilidades de rutas y de exploración enriquece tremendamente la experiencia de juego. Por lo que se refiere a su acabado, éste es impecable, y a pesar de que la interacción con sus elementos peca de ser tremendamente escasa, lo cierto es que el trabajo continúa siendo sobresaliente. De hecho esta faceta de la nula relación del protagonista con el decorado es una de las que más sensación deja de que se podía haber hecho más con el hardware de PC.
Por lo que se refiere a los efectos de video otro aplauso para Infinity Ward. Un humo volumétrico sensacional debe encabezar este apartado, sin olvidarnos de los cuidados efectos de las granadas flash, las explosiones, el fuego de las armas, la iluminación de los entornos –fabulosa en algunos escenarios como el brasileño o el de Washington-, y también los desenfoques y emborronamientos de pantalla por ondas expansivas, heridas, etcétera.
De nuevo el videojuego vuelve a hacer gala de una fluidez merecedora de un franco agradecimiento, tanto en PlayStation 3 como en Xbox 360. Los inexcusables 60 frames por segundo de este Modern Warfare 2 se mantienen soberanos e impertérritos durante toda la experiencia de juego, y no se resienten por explosiones, personajes o efectos que salpiquen la pantalla.
Por otra parte los efectos de sangre son realmente impresionantes. Call of Duty ya tomó desde su segunda entrega la decisión de evitar los botiquines y optar por un estilo similar al de los escudos de energía de la saga Halo, y en esta ocasión han rizado el rizo con un acabado técnico superior que nos permite hacernos una idea con sólo echar un vistazo de nuestro nivel de salud sin tener que recurrir a barras o porcentajes. Nuestra propia sangre salpica la pantalla como nunca antes habíamos visto hacerlo en un videojuego, y conforme vamos sufriendo más y más daños la pantalla sigue empapándose de plasma y emborronándose hasta impedir la visión casi por completo cuando estemos al límite de caer muertos.
Los inexcusables 60 frames por segundo que este Modern Warfare 2 experimenta en consolas son, sin embargo, negociables en PC, y es que debemos jugar algo con la configuración gráfica para lograrlos. Será complicado alcanzarlos y mantenerlos estables con nuestros ordenadores, y es que el título se resiente seriamente ante una pantalla muy cargada de personajes o de efectos volumétricos como el humo, por ejemplo. Sin embargo el título ofrece profundidad en las opciones visuales, y una serie de alternativas con las que definir la experiencia.
En el equipo de pruebas de la redacción –AMD 4200+ X2, 8800GT y 2GB de RAM-, hemos obtenido unos buenos resultados con los últimos drivers de video y con las opciones visuales maximizadas y nuestra clásica resolución de 1680x1050. Aquí las tasas de imágenes por segundo han sido altas, siempre cercanas a los 50-60 frames, aunque algo irregulares y con muchas oscilaciones. Con nuestro habitual cambio de piezas para asemejarnos a los requisitos mínimos –visibles desde este enlace- en un equipo más modesto el rendimiento ha sido, lógicamente, mucho más dispar; aunque quizá esperábamos un menor sacrificio de opciones visuales para lograr un frame rate estable.
Como decimos el título incluye un buen puñado de opciones visuales como la posibilidad de cambiar resolución, antialiasing, calidad de texturas, de Normal Map y de Specular Map, así como definir la presencia o no de físicas en los cuerpos, de impactos de bala en las paredes, de sombras o de sincronía vertical entre otros parámetros.
En lo referente al sonido, y cambiando radicalmente de tercio, Modern Warfare 2 ha sido el cacareado debut de Hans Zimmer en el mundo de los videojuegos. El compositor de las bandas sonoras de Gladiator, El Rey León o El Caballero Oscuro efectúa su primer trabajo para una obra de entretenimiento interactivo y, como el mismo declaró en su momento, ésta tiene una “oscuridad emocional” que resulta digna de encomio. Los trabajos de Stephen Barton en entregas anteriores resultaron sobresalientes y admirables, sin embargo Zimmer demuestra estar varios escalones por encima y compone uno de los scores más brillantes que hemos tenido oportunidad de escuchar en un shooter bélico.
El videojuego, por lo demás, vuelve a demostrar su supremacía en términos de efectos de audio, con unos sonidos para los diferentes tipos de armas y municiones verdaderamente atronador, y con unas explosiones y unos disparos que tienen el eco apropiado para el lugar en el que se reproducen logrando un efecto totalmente veraz. Modern Warfare 2, por lo demás, llega a nuestro país enteramente traducido como también es tradición en las series, y con un nivel de doblaje francamente bueno. Obviamente si dominamos el inglés es interesante que lo escuchemos en versión original, puesto que su nivel lógicamente es superior, pero nadie se sentirá avergonzado del trabajo de los profesionales que con sobresaliente dramatismo han resuelto francamente bien el trabajo de localización al español.
El Único Día Fácil… fue Ayer –Conclusiones-
Con Call of Duty: Modern Warfare 2 ya tenemos entre nosotros a todos los pesos pesados del 2009 para PC entre nosotros, y podemos decir que este año por fortuna la práctica totalidad de ellos han cumplido con las expectativas.
El aficionado ya se ha acostumbrado al hecho de que los Call of Duty de Treyarch son fantásticos videojuegos bélicos que, sin embargo, no pueden sino palidecer ante lo que los chicos de Infinity Ward logran con una saga que ellos mismos crearon hace ya seis años. Modern Warfare 2 vuelve a confirmar el factor de que los Call of Duty pares son siempre superiores a los impares, salvo el primero que era una maravilla y que fue precisamente con el que el estudio británico se hizo un hueco en el género.
¿Significa eso que Modern Warfare 2 es perfecto? En absoluto, de hecho la versión de compatibles es quizá la menos recomendable del trío PC, Xbox 360 y PlayStation 3. En la campaña individual el título cumple con las expectativas de forma inmejorable en su edición para ordenadores, sin embargo en el multijugador que viene a compensar la escasa duración del Modo Historia tenemos serios problemas que acaban pesando en la nota de jugabilidad, puesto que el número de jugadores se reduce y se detectan serios problemas de lag y de lentitud en el matchmaking.
Así pues, y con ánimo de sintetizar, con Modern Warfare 2 tenemos una nueva directriz por parte de Infinity Ward de hacia dónde creen ellos que debe orientarse el shooter bélico del futuro. Intensidad off-line, y atención especial a todo lo que respecta al multijugador en consolas, plataformas a las que obviamente han prestado más atención, en una época en la que el software ya no puede mirar para otro lado en lo que a experiencias a través de Internet se refiere.
Por último, ¿qué hace que merezca la pena comprarse este Call of Duty “6”, si ya disfrutamos en su momento de Call of Duty 4? Lo que hace genuino a esta nueva entrega son algunos elementos como su corte de continuación directa de la historia de su predecesor, debut en la saga de este tipo de planteamiento, además de la incorporación de la variante Special-Ops y algunos elementos muy originales como la escalada de los encrespados montes helados, el provocador prólogo del Aeropuerto en el cuarto nivel o la entrada submarina a las instalaciones del enemigo. Estos factores son los que, a nuestro juicio, hacen merecedor a Modern Warfare 2 de una calificación de notable alto a pesar de los mencionados pasos atrás en el multijugador que lastran en cierta medida la versión de compatibles. Y es que a pesar de la sobresaturación que obviamente experimenta el género, lo cierto es que esta entrega hace todo lo posible por mantenerse única. Y eso… merece un premio.
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