¿Querías más yermo? Obsidian traslada con éxito la fórmula Fallout 3 a Nevada con New Vegas, el spin-off de la saga de Bethesda Softworks para PC. A pesar de que el estudio norteamericano no tiene la chispa de los creadores de The Elder Scrolls, éstos consiguen conformar una más que notable aventura de rol y acción.
No a todo el mundo sorprendió el hecho de que Bethesda Softworks encargara el desarrollo de su anunciado spin-off de Fallout 3 a un estudio al margen, y mucho menos que fuera a Obsidian, un reputado equipo con créditos en títulos como Caballeros de la Antigua República II, Neverwinter Nights 2 o el reciente Alpha Protocol.
El trabajo realizado por este estudio norteamericano sólo puede ser calificado de brillante, aunque también de algo acomodaticio, y es que traslada con habilidad la fórmula creada por la propia Bethesda a un entorno distinto, pero sin llevar a cabo todos los cambios que esperábamos. New Vegas, eso sí, introduce algunas modificaciones, aunque será únicamente el usuario el que debe decidir si éstas son suficientes como para justificar su compra más allá de la valiosísima oferta de traer consigo un buen número de nuevas horas de entretenimiento.
Una Racha de Mala Suerte de 18 Quilates
Si Fallout 3 se lo tomaba con una deliciosa calma en sus primeros compases que nos permitía conocer infinidad de matices de nuestro personaje desde su nacimiento hasta su adolescencia en una apasionante hora inicial de campaña; New Vegas, por su parte, va directamente al grano. En la cinemática inicial se nos presenta, quizá algo apresuradamente, todo lo que tiene que ver con nuestro personaje: un mensajero al que se le encarga un transporte rutinario y al que, por motivos que desconoceremos en un comienzo, un grupo de matones descerrajará un balazo en la cabeza.
¿El motivo? Todo parece estar relacionado con una misteriosa ficha de platino que portábamos, pero eso es todo lo que sabremos hasta que comience a desarrollarse nuestra aventura. De hecho en nuestros primeros compases únicamente estaremos al tanto de que el Doctor Mitchell ha sido el encargado de salvarnos la vida, y que con el pretexto de la operación de cirugía para extraer la bala de nuestro cráneo, aprovechará para hacer algunos remiendos aquí y allá y permitirnos acceder a la herramienta de edición de personaje, virtualmente idéntica a la del propio Fallout 3.
A partir de entonces pasaremos por los mismos pasos que en el juego de Bethesda, aunque expuestos con algo menos de glamour. El test -S.P.E.C.I.A.L.- para repartir nuestros puntos entre las habilidades de Fuerza, Percepción, Resistencia, Carisma, Inteligencia, Habilidad y Suerte se lleva a cabo en esta ocasión en una suerte de máquina recreativa en la propia consulta del médico; y la prueba de personalidad se llevará a cabo también de manos del galeno con unas breves preguntas rápidas sobre nuestro carácter antes de mandarnos al desierto de Mojave, el nuevo yermo.
El Strip de Las Vegas será el paraíso de los ludópatas del universo Fallout. Eso sí, aquí no puede entrar cualquiera, así que prepara chapas para gastarte hasta la última moneda que tanto tiempo te costó ganar.
Así pues en menos de 10 minutos podemos estar recorriendo la nueva y desoladora llanura en la que ha quedado convertida Nevada, un área geográfica de Estados Unidos que ya de por sí era desértica, pero que con las desatenciones que sufre tras el conflicto nuclear presenta un aspecto todavía más árido. Hay que puntualizar en este sentido que si bien el distrito de Washington que recorríamos en Fallout 3 estaba literalmente arrasado por el poderío nuclear, el que da forma a New Vegas tiene otro prisma artístico, y es que aquí los chicos de Obsidian han buscado un área igualmente amarga, pero en mayor medida por haber sido descuidada por el hombre que por haber sido aplastada por el yugo del átomo.
Por lo que respecta a los aspectos más puramente narrativos del título, lo cierto es que el videojuego mantiene bien el tipo en comparación con su predecesor. Obviamente las habilidades a la hora de contar historias de Obsidian están muy lejos de las de Bethesda Softworks y los dilemas y tribulaciones de su personaje lo notan sensiblemente quedando peor tratados, pero el nuevo equipo hace un trabajo más que notable a la hora de conformar un muy buen puñado de misiones con premisas interesantes y moderadamente variadas. El hilo principal de la aventura, de hecho, es sensiblemente menos apasionante que el de Fallout 3; sin embargo las misiones secundarias sí están casi todas a la misma altura de atractivo.
Splitting the Atom
Si bien a nivel estético hay un cierto cambio, éste es mucho menor que el que pudimos ver en expansiones como Point Lookout o la discreta Mothership Zeta para el propio Fallout 3. Sin embargo donde todos, contenidos descargables y videojuegos retail, mantienen la integridad de lo creado por Bethesda Softworks es en la faceta más puramente jugable. Y es que salvo un par de matices que describiremos más adelante, New Vegas se mantiene extraordinariamente fiel a lo introducido por Fallout 3. Hasta tal punto es así que por momentos algunos usuarios pensarán que el título que nos ocupa es más una expansión del original que un videojuego completamente independiente.
El complejo equilibrio entre razas se ve aún más enturbiado por unas facciones que tienen todavía más fuerza en New Vegas.
Entre los aspectos lógicos está el hecho de mantener intactos elementos clásicos del reciente reseteo de la saga como el Pip-Boy diseñado exactamente igual, así como el mantener la mayoría de las armas y dinámicas jugables completamente inamovibles. Hasta este punto el optar por una línea conservadora, como decimos, entra dentro de lo que podría considerarse natural, aunque esperábamos alguna decisión arriesgada ya que en definitiva hablamos de un título independiente.
Probablemente en este campo lo único que podemos calificar como gran avance es la presencia del Modo Difícil, un punto muy interesante de este New Vegas. Esta alternativa es activable o desactivable en cualquier momento, aunque sólo obtendremos logros o trofeos y una experiencia plena si la mantenemos en marcha desde el principio hasta el final de la aventura. ¿Qué obtenemos con ella? Principalmente una experiencia Fallout que va mucho más allá de lo que los tres niveles de dificultad, que funcionan al margen, nos pueden ofrecer.
Nos explicamos, con el Modo Difícil online tendremos que preocuparnos de infinidad de elementos que dotan de un fantástico barniz de realismo a la experiencia. Por ejemplo el riesgo de deshidratación estará presente de forma constante en nuestros viajes por el árido yermo, y es que deberemos tomar abundantes líquidos de forma constante, pero también llevar a cabo otras necesidades como el dormir. Así mismo los analgésicos no nos harán efecto de forma instantánea, ni tampoco los tratamientos Rad-Away para luchar contra la radiación. Por último un miembro roto o mutilado no se curará tan fácilmente como en el pasado, y es que ahora sólo podremos remendar este tipo de males con una visita a un profesional de la medicina.
Lo que también valoramos muy positivamente es lo que se nos ha antojado un pulido de las dinámicas de combate en tiempo real. Como los que disfrutaran en su momento de Fallout 3 recordarán, el título dividía hábilmente sus escenas de acción entre las de tiempo real y las por turnos -que empleaban el violentísimo sistema VATS para fijar objetivos en puntos concretos de la anatomía del oponente-; New Vegas, por su parte, conserva idénticas políticas, aunque lo adereza con un sistema que permite mayor precisión a la hora de apuntar y que asemeja todavía un poco más al título a los FPS que a los RPG.
Con esta medida no sólo logramos más agilidad en todas nuestras acciones de apuntado y disparo, sino que además no nos obliga en tanta medida a emplear el VATS constantemente. Hacerlo seguirá siendo igual de reconfortante, especialmente para los amantes de su poco estilizada hiperviolencia, pero cuando nuestros puntos para usarlo estén agotados o simplemente deseemos solventar un combate por la vía rápida, ahora tenemos alternativas más cómodas.
Por otra parte el juego vuelve a incidir en un sistema, el de diálogos y relaciones tanto sociales como de misiones, muy similar al de la tercera parte. Aquí vuelve el Karma como medida de nuestras decisiones, sin embargo, está seriamente afectado por nuestra relación con las diferentes facciones que pueblan el universo New Vegas -Legion y NCR las principales-, un factor que habrá que tener mucho más en cuenta, aunque hacia la superación del primer cuarto podremos hacer borrón y cuenta nueva.
El VATS vuelve al mundo Fallout con New Vegas. Gracias a él podremos apuntar con precisión pausando la acción en el que en su momento fue uno de los grandes logros del juego de Bethesda.
Jinetes de Tragaperras
En este lanzamiento la exploración volverá a ser clave a la hora de potenciar la experiencia jugable, aunque el escenario es ligeramente más reducido que el de su predecesor. Este recorte en las dimensiones parece muy reducido, y no será particularmente notorio puesto que ambos títulos son ciertamente enormes en cuanto a mapeado. Donde sí notaremos cambios es en un diseño que no emplea tanto las llanuras como el de Fallout 3, y que opta en algunas secciones por porciones más caracterizadas por pasillos entre corredores naturales generados por el desgaste de los elementos sobre las montañas que los circundan.
Como ya hemos adelantado anteriormente el título opta por un estilo artístico similar, pero por un abanico de escenarios con algunos puntos de divergencia con respecto a lo visto en Fallout 3. Donde más varía el videojuego a nivel de decorados es precisamente en la zona que ocupa la propia Las Vegas y su área más populosa, el Strip, que está rigurosamente descontextualizada con respecto al resto de áreas del título, siendo ésta una parcela cuidada, con casinos y mucha actividad por sus calles.
Androides, bestias, supermutantes, mercenarios, saqueadores, facciones militares... el bestiario de villanos a los que deberemos plantar cara es tan amplio como siempre.
Como descubriremos durante la aventura toda el área del Strip la gestiona Mr. House, y es por ello que está a pleno funcionamiento, y si no fuera por los asfaltos agrietados que la cruzan o por los desarrapados habitantes del yermo que la patean, podríamos pensar que el holocausto nuclear no ha causado efecto alguno sobre este núcleo urbano y comercial. Hasta tal punto es su preservación importante para sus responsables, que sólo cumpliendo una serie de condiciones podemos acceder a su interior: Principalmente contar con un pasaporte que nos autorice, o disfrutar en nuestra cuenta de 2.000 chapas; algo que en nuestra experiencia nos llevó algo más de diez horas.
Todo el Strip está vigilado por androides, pero aún así está fuertemente plagada de humanos borrachos, vomitando en rincones, bañándose desnudos en fuentes o armando barullo para ser abatidos por estos vigilantes mecánicos en caso de dar más problemas de los debidos. Se nota que en esta parte del escenario es donde más énfasis en términos de diseño y trabajo han puesto desde Obsidian, puesto que si bien el desierto de Mojave es algo continuista en este sentido con respecto a Fallout 3, el área del Strip es un lugar relativamente pequeño pero cargado de detalles y algunas apuestas arriesgadas.
Una parte importante de la aventura se desarrolla aquí a partir del momento en que desbloqueemos su acceso, y es que a pesar de que no podemos enseñar armas o infringiremos la ley, hay infinidad de actividades a llevar a cabo ahí. Las principales serán las habituales de un Fallout, pero también estarán aderezadas con infinidad de juegos, entretenimientos, máquinas tragaperras, partidas de póker, etcétera.
La Ciudad del Pecado -Gráficos y Tecnología
Probablemente, y desde el punto de vista visual, Fallout: New Vegas sea con mucha diferencia el proyecto más ambicioso que ha tenido que acometer Obsidian en su historia como estudio independiente. El retrato de la Las Vegas de mediados del siglo pasado está hecho con muy buen gusto, con atención especial a todo ese obsceno gusto por lo ostentoso y las luces de neón de la ciudad del pecado.
Es en esa pequeña área del Strip donde más brilla el título, y prácticamente en el único lugar en el que busca una separación real de lo que hasta ahora ha supuesto el universo Fallout en manos de Bethesda Softworks. Por lo demás, el yermo, los personajes, las armas, las criaturas y cualquier trabajo artístico, de modelado o de animaciones está directamente recogido de su predecesor; aunque con el lógico trabajo extra que sirve para justificar los dos años de diferencia entre uno y otro programa.
En este sentido cabe destacar que el trabajo sobre los personajes ha mejorado algo, especialmente por lo que respecta a los rostros de nuestros interlocutores, mucho más trabajados y pulidos que en Fallout 3. Todavía les falta a estos personajes mucho desarrollo por delante para estar a la altura de lo que llevamos de generación, pero teniendo en cuenta el prisma gigantesco del videojuego no podemos por menos que considerarlo un mal menor.
Si bien a nivel artístico el juego cuenta con algunas decisiones valientes en lo que respecta al Strip, por lo demás el título es bastante convencional. Hay pocas adhesiones al casting de personajes, escenarios o armas en New Vegas, y salvo algunos enemigos y algunas incorporaciones al arsenal que no desvelaremos para no estropear la sorpresa a ningún usuario, lo cierto es que no hay demasiadas novedades que llevarse a la boca en este campo. Se trata de algo ligeramente decepcionante, y es que incluso en algunas expansiones hemos visto una variedad de nuevos oponentes o situaciones mucho mayor que en este New Vegas.
Por lo que respecta a los efectos visuales, ahí es donde el título ofrece sus mejores réditos. La iluminación, los efectos de polvo y partículas, los rayos o fogonazos... La redención de algunos puntos meramente interesantes del apartado visual se encuentra precisamente en esta faceta, que contribuye a mejorar sensiblemente los escenarios del videojuego, especialmente cuando éstos se desarrollan de día.
Como es costumbre en las series, los viajes a pie serán habituales para llegar de un punto a otro del vasto mapeado; aunque New Vegas introduce un monorraíl que nos ayudará a desplazarnos al margen del "viaje rápido".
A pesar de mantener los habituales bugs, comprensibles en un juego de estas dimensiones, la versión PC de New Vegas es la más recomendable a nivel visual. Es la más nítida y fluida siempre que contemos con un equipo que cumpla con los Requisitos que puedes consultar desde aquí, y la única que no tiene un frame rate fluctuante. En este sentido hay que destacar que por si fuera poco las opciones del título para calibrar su experiencia visual son, además, tremendamente profundas, permitiéndonos personalizar lo que veremos en pantalla lo más posible para que se ajuste a nuestro equipo.
A los habituales cambios de resolución, de tratamiento de dientes de sierra o de filtros anisotrópicos hay que sumar, ya dentro del juego, la posibilidad de fijar distancia de visión de personajes, objetos, así como el fundido necesario de hierba, objetos, sombras, luces, árboles, etcétera; así como la calidad de las texturas. En el equipo de pruebas de gama alta de redacción -Intel i7, GTX 260 y 8GB de Ram- hemos obtenido unas tasas estables que rondan los 50 frames por segundo en exteriores con todas las opciones visuales maximizadas, comprobando en equipos más modestos que con algunos pequeños ajustes de dientes de sierra y distancia de dibujado también hemos podido obtener resultados francamente buenos.
En la faceta del sonido poco que comentar que no sean buenas noticias. El lanzamiento cuenta con tres canales de radio que podremos sintonizar y que nos ofrecen música de la época o noticias, todo ello como acompañamiento opcional, a no ser que deseemos optar por el elegante score compuesto por Inon Zur, quizá algo menos inspirado que el de Fallout 3, pero igualmente efectivo. El título llega nuevamente doblado a nuestro idioma por completo con un nivel muy alto en líneas generales, aunque con el lógico reciclaje de voces y algunos problemas moderadamente graves de desincronización entre movimiento de labios y palabras pronunciadas.
Un escenario rompedor, algunas armas nuevas, un puñado de enemigos inéditos... New Vegas puede dar la sensación de ser algo escaso en cuanto a novedades, pero trae una enorme cantidad de contenidos.
Al Oeste del Edén -Conclusiones-
La saga Fallout continúa gozando de buena salud gracias al lanzamiento de New Vegas, un título cargadísimo de contenidos y que busca en mayor medida su propia personalidad con la utilización de un escenario nuevo que con la introducción de elementos jugables que resulten inéditos.
En este sentido el juego de Obsidian permitirá a los aficionados ávidos de más aventuras nucleares el gozar de un buen nuevo puñado de horas que llevarse a la boca, y eso que Fallout 3 ya era de por sí un videojuego tremendamente generoso en este campo.
El título que nos ocupa es esencialmente un más de lo mismo, con los justos esfuerzos por innovar para justificar una nueva entrega que se salga del formato expansión habitual, y con el añadido del Modo Difícil que hará las delicias de los hardcore de la experiencia Fallout. Quizá no es tan profundo en cuanto a opciones como cabría esperar de una adición de este calibre, pero hace los deberes con razonable efectividad y prepara el terreno para algo en lo que seguramente continuará profundizando Bethesda Softworks en futuras entregas.
El final de New Vegas es concluyente y cerrado, destinado a mostrar las consecuencias de nuestros actos. Sin embargo el juego ya ha anunciado DLCs, de modo que no es descartable que se abra más adelante como con Fallout 3.
Por lo demás el título tiene una duración tan desproporcionada como cabría esperar de un Fallout, y sus valores jugables permanecen inalterables merced a un respeto tremendamente escrupuloso por parte de sus responsables a la hora de mantener los valores que introdujeron sus predecesores. ¿A partir de ahí? Quien busque algo nuevo dentro del universo Fallout no encontrarán en New Vegas grandes cambios más allá de algunos matices, pero todo aquel que sencillamente trate de encontrar en él un sin fin de entretenimiento de gran calidad dará en el clavo con su compra.
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